Fiesta carioca: Rio será sede de los Juegos Olímpicos de 2016

Esta vez la alegría carioca y la fiesta en las calles tienen un motivo más que válido: Rio de Janeiro será sede de los Juegos Olímpicos en 2016.

Será la primera ciudad sudamericana en enfrentar semejante desafío (México fue el debutante en Latinoamérica) y la designación del Comité Olímpico Internacional dio rienda suelta al habitual orgullo carioca y la alegría brasilera, al punto en que el presidente Lula Da Silva se animó a soltar unas cuantas lágrimas frente a las cámaras de todo el mundo.

El COI elije a Rio y estallan los festejos en Copacabana.

Como siempre, Rio de Janeiro tenía la fiesta preparada, un escenario gigante en la playa de Copacabana que pudo haber sido una gran frustración pero que terminó siendo pura alegría y celebración. Sin embargo, vencer en la recta final a Chicago, Tokio y Madrid sólo es el comienzo de un largo camino de trabajo arduo. La organización de Rio 2016 se comprometió a realizar numerosas mejoras e invertir en transporte, urbanismo, medio ambiente, educación, cultura y turismo, seguridad e infraestructura deportiva.

Copacabana tendrá una estadio en la playa.

La lista de promesas incluye transformar la Zona Portuaria en un barrio residencial de entretenimento y turismo, delegar en manos privadas el estadio Maracaná, integrar las instalaciones de Barra da Tijuca en un único Centro Olímpico de Entrenamiento, crear la División Olímpica para el Desarrollo que gerenciará los proyectos ambientales y de desarrollo de los Juegos, plantar 24 millones árboles en la ciudad, instaurar una política de «tolerancia cero» para evitar el desmantelamiento de la mata atlántica, reciclar la totalidad de los residuos sólidos generados durante los preparativos y la operación de los Juegos, y recuperar los ríos y la Bahía de Guanabara con la construcción de unidades de tratamiento y programas de educación ambiental.

Está proyectada una playa olímpica en Barra da Tijuca.

También se comprometió a generar 50 mil empleos temporarios y 115 mil permanentes en las áreas de turismo, gestión deportiva, construcción civil y comercio, construir una Villa Olímpica con 17 camas que será habitada por 24 mil familias después de 2016, crear una fuerza única e integrada de seguridad bajo la coordinación de la Secretaría Nacional de Seguridad Pública, invertir 731 millones de reales en proyectos de seguridad para los Juegos, invertir al menos 400 millones de reales en el financiamiento de infraestructura de las escuelas públicas a través del programa federal Mais-Educação, llegar a 2016 con toda la flota de ómnibus carioca equipada con combustibles limpios (como biodiesel y etanol) y crear barreras acústicas para los nuevos corredores de transporte.

El sueño carioca se hizo realidad.

Es la gran oportunidad de Rio de Janeiro para desempolvar proyectos que no salían del papel por falta de recursos. También cuenta con dos grandes puntos a favor: la experiencia de los Panamericanos 2007 (con muchos errores que servirán para que no se repitan) y la infraestructura que ya está en marcha para el Mundial de fútbol de 1014 que organizará Brasil, en el cual Rio de Janeiro, por supuesto, tendrá una participación preponderante.

El video de presentación de la candidatura, realmente emocionante.

El Autódromo de Jacarepaguá, antiguo templo brasilero de la velocidad, se convertirá en el corazón de los Juegos Olímpicos. En los Panamericanos 2007 albergó la Arena Multiuso, el Parque Acuático Maria Lenk y el Velódromo Municipal. En 2016, tendrá nuevas instalaciones y recibirá más del cincuenta por ciento de los eventos deportivos.

Lula no pudo evitar las lágrimas en Copenaghe.

Más allá de la alegría y el orgullo, los cariocas tendrán una recompensa real y tangente. Las lagunas de Jacarepaguá deberán estar completamente saneadas para 2016 (una tarea titánica, afirmaron los expertos), los alrededores del estadio Maracaná se convertirán en un inmenso pulmón verde conectado con la Quinta da Boa Vista (los técnicos por ahora lo llaman el Central Park Carioca) y habrá una gran inversión para mejorar el siempre caótico transporte de Rio (incluso se evalúa la posibilidad de que el metrô finalmente atraviese toda la Zona Sul y llegue hasta Barra da Tijuca).